Diseño consciente que transforma residuos en belleza.
Desde muy pequeña, Carmen Helena encontró en la creación una forma de expresión. El interés por los materiales, la estética y el hacer con las manos estuvo presente desde la infancia y se fue fortaleciendo con los años a través de la formación en arte, diseño y joyería.
Con el tiempo, una situación cotidiana despertó una inquietud más profunda: la cantidad de plástico de un solo uso que se acumulaba en el hogar y en las calles de Cartagena de Indias, y la falta de procesos claros de reciclaje y reutilización. Esa observación se convirtió en el punto de partida de una búsqueda creativa.
En la cocina de su casa, en un laboratorio improvisado, surgieron las primeras piezas. A través del ensayo, el error y la accidentalidad, el plástico comenzó a transformarse. Lo que parecía un experimento sin rumbo se convirtió en una nueva receta y, más adelante, en un propósito de vida.